Mucho más que una moda o una nueva tendencia,ser un consumidor más responsable es cosa de todos. Cada vez más personas toman conciencia de ello y cambian sus hábitos paratener un impacto medioambiental, social y económico positivo. Pero no siempre es fácil saber qué hacer en la vida cotidiana. Para ayudarte, aquí tienes nuestros consejos sobre cómo consumir de forma responsable cada día y 19 ejemplos concretos de cómo actuar.
¿Qué significa en la práctica ser un consumidor más responsable?
¿Qué entendemos por consumo responsable?
Consumir es validar una forma de hacer las cosas.
Nuestro modo de vida tiene consecuencias para el mundo que nos rodea: la naturaleza, las personas... Quienes son conscientes de ello y eligen con conocimiento de causa contribuyen al desarrollo de acciones éticas que respetan la vida en todas sus formas. He aquí el núcleo de la definición de consumo responsable: asumir la responsabilidad de nuestras decisiones para limitar los impactos negativos que generan. El consumo responsable tiene en cuenta tres grandes aspectos: el medioambiental, el social y el económico. Por tanto, significa :
- reducir los efectos nocivos de nuestro comportamiento sobre la naturaleza (y preservar la fauna, la flora, la biodiversidad, etc.) ;
- respetar a los trabajadores (sus condiciones laborales, su edad, etc.);
- promover una economía basada en el desarrollo sostenible.
El perfil del consumidor responsable
Cualquier persona que se esfuerce por hacer lo mejor en sus elecciones cotidianas está en el camino del consumo responsable. Tomar conciencia y decidirse a poner en práctica, poco a poco, acciones respetuosas con los tres pilares (medio ambiente, sociedad, economía) permite pasar de consumidor pasivo a consumidor activo. Dependiendo de la personalidad de cada uno, algunas personas se sentirán más inclinadas a actuar en favor del medio ambiente, favoreciendo, por ejemplo, los medios de transporte respetuosos con el medio ambiente. Otros serán más sensibles a las cuestiones humanas o económicas y favorecerán a las empresas francesas.
Así pues, no existe un perfil típico de consumidor responsable, salvo que desea tener un impacto positivo en el mundo y emprende las acciones necesarias.
3 pasos para convertirse en un consumidor responsable y tener un impacto positivo cada día
1. Toma conciencia de tu forma de consumir
Para convertirse en un consumidor responsable, tomar conciencia del impacto de su estilo de vida es el primer paso esencial: cuestionarse sus hábitos y sus consecuencias. ¿Qué hábitos son poco éticos, insostenibles o respetuosos con el medio ambiente? ¿Qué se puede mejorar?
Hay muchos ámbitos en los que podemos plantearnos preguntas y tomar medidas a diario: en casa, en la cocina, en el transporte, al hacer la compra, etc.
2. Cambia tus hábitos gradualmente
Una vez que te hayas decidido, es hora de pasar a la acción para consumir menos, pero mejor.
Adoptar a diario los gestos adecuados para ser un consumidor más responsable puede parecer un cambio enorme. La montaña de cosas que hay que cambiar a veces parece insuperable, y por intentarlo demasiado, puedes perder la motivación y rendirte.
Pero tranquilo, no tienes que hacerlo todo a la perfección para empezar a tener un impacto positivo. Cada gesto cuenta. Un pequeño paso siempre es mejor que ninguno. Así que quítate presión de encima y ¡actúa 1 vez!
3. Mantén el impulso
Una vez que has empezado algo, al cabo de unas semanas se convierte en un hábito. Ya no supone un esfuerzo, sino que forma parte de la vida cotidiana. Lo único que queda es mantenerlo en el tiempo, y luego añadir uno nuevo a tu rutina. Es mucho más fácil hacer un cambio cada vez.
Adoptar las medidas de un consumidor ecorresponsable: 19 ejemplos para inspirarse
La teoría está muy bien, pero ¿cómo llevarla a la práctica? ¿Qué acciones sencillas y concretas puedes llevar a cabo para convertirte en un consumidor activo? Aquí tienes algunos ejemplos de acciones responsables que puedes poner en práctica fácilmente en tu día a día.
En la cocina
1- Evita desperdiciar alimentos y comprueba las fechas de caducidad. No sobrecargues tu frigorífico y corras el riesgo de tener que tirar la mitad de los productos que encuentres al fondo de la nevera un poco tarde. Así reducirás tus residuos y recortarás gastos.
2- Acude a las tiendas a granel con bolsas reutilizables para llevarte la cantidad que realmente necesitas y evitar envases innecesarios.
3- Opta por alimentos ecológicos y de temporada. Da preferencia a los pequeños productores locales, a los canales de distribución cortos y a la agricultura sostenible. Si no eres vegetariano, reduce el consumo de carne y pescado eligiendo calidad en lugar de cantidad.
4- Cocina más platos caseros. De este modo, limitas la adición de ingredientes dudosos que pueden encontrarse en muchos platos precocinados. Evitas el exceso de envases y comes más sano.
En casa
5 - No dejes correr el agua innecesariamente mientras te lavas los dientes o te duchas.
6 - Pon en marcha electrodomésticos como lavadoras y lavavajillas cuando estén llenos. Evita las medias cargas.
7 - Baja el termostato de la calefacción. 1 grado menos ya supone una gran diferencia. Una casa demasiado caliente no es buena ni para ti ni para el medio ambiente.
8 - Apaga las luces cuando no estés en una habitación.
9 - Pon un cartel de "Stop Pub!" en tu buzón para reducir la cantidad de publicidad que recibes. Si te apetece, decóralo con un bonito dibujo y una nota de cortesía para tu cartero.
10 - Elija un proveedor de electricidad ecológico. Greenpeace ha elaborado una guía comparativa para ayudarte a elegir una energía más ecológica. Cambiar es muy fácil.
11 - Elimina los datos innecesarios de Internet: ordena tus correos electrónicos y archivos almacenados en la nube.
12 - Utiliza productos domésticos más ecológicos que no sean tóxicos para ti, los que te rodean y el planeta. Muchos ingredientes naturales son muy eficaces para limpiar tu casa: jabón negro, vinagre blanco, bicarbonato de sodio, etc.
En movimiento
13 - Privilegia los medios de transporte respetuosos con el medio ambiente, como los desplazamientos a pie o en bicicleta. Así reducirá su huella de carbono y será bueno para su salud. Para distancias más largas, opta por el transporte público siempre que sea posible.
14 - Si tienes que utilizar el coche, reduce la velocidad y conduce con suavidad. Así reducirás mucho el consumo de combustible y contaminarás menos.
A la hora de comprar
15 - Cuando vayas de compras, recuerda llevar bolsas de mano para evitar las tradicionales bolsas desechables.
16 - Cuida tus pertenencias para que duren más. ¿Y por qué no darles una segunda vida reciclándolos?
17 - No te enamores de las últimas tendencias por capricho. Ordena lo que ya tienes y mira lo que realmente necesitas: papelería, ropa, equipos informáticos, teléfonos....
18 - Elige marcas éticas y responsables que ofrezcan artículos de mejor calidad que las marcas de gran consumo. Los conservarás durante mucho más tiempo y estarás plenamente satisfecho con tu compra. Hacer esta elección es también una forma de asegurarte de que los trabajadores reciben un buen trato y trabajan en buenas condiciones.
19 - Elige materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente: algodón orgánico, lino, cáñamo, bambú, fibras de frutas como Pinatex®. Así que ya lo tienes, esperamos que hayas encontrado unas cuantas cosas nuevas que hacer en tu vida diaria. Evidentemente, la lista no es exhaustiva, pero puede ayudarte a dar un paso más hacia un consumo más responsable.